El desarrollo del lenguaje es un hito fundamental para los niños a medida que crecen y aprenden. Es especialmente importante que los niños nacidos con labio fisurado y paladar hendido tengan la oportunidad de desarrollar sus habilidades lingüísticas desde una edad temprana. Aunque estos niños se enfrentan a dificultades adicionales en el desarrollo del lenguaje, existen estrategias para ayudarles a desplegar todo su potencial lingüístico. Una estimulación enriquecida por parte de sus padres o cuidadores les desarrollará el interés temprano por la comunicación, base para los aprendizajes posteriores. Un profesional en fonoaudiología puede dar estrategias a los padres y cuidadores para proporcionar el tipo adecuado de apoyo y estimulación para enriquecer el lenguaje. Si los padres comprenden los retos a los que se enfrentan estos niños y estimulan su interés por comunicarse y su desarrollo integral del lenguaje comprensivo y expresivo, los niños tendrán las herramientas para superar los obstáculos, relacionados principalmente con la pronunciación de sonidos, que encuentran frecuentemente. Con el enfoque adecuado, la estimulación del lenguaje es una herramienta eficaz para ayudar a los niños con labio y paladar hendido a desarrollar todo su potencial.
Es importante recordar que el lenguaje en la primera infancia cumple tres funciones principales: permite la socialización de los niños, es el vehículo para la interiorización del lenguaje (sustrato del pensamiento), es la base para lograr los aprendizajes escolares: lectura y escritura.
El lenguaje se desarrolla por la interacción con nuestro entorno. El niño se apropia de los eventos, las situaciones y las palabras que oye a sus familiares cercanos y empieza no solo a comprenderlas, sino a utilizarlas. Entre mas estímulos reciba de su casa, mejor será su lenguaje. Sin embargo, los niños con labio y paladar hendido no podrán pronunciar correctamente los sonidos hasta tanto no tengan la cirugía del cierre del paladar; es por esto que una cirugía antes de cumplir el año de edad favorece la aparición oportuna de los sonidos. Aunque no las puedan pronunciar, van reteniendo en su memoria los sonidos y consolidando los engramas cerebrales que le permitirán hacer uso de ellos, cuando su cirugía haya cicatrizado.
